Ese fue el título del proyecto anual que desarrollaron las seños de 3 ero "C" y "D", junto a los profesores de Educ. Física y de Tecnología, en el cual proponían a sus alumnos una serie de 3 visitas a diferentes lugares de la ciudad cercanos al río y al espacio rural para conocer más sobre ellos y sus alrededores.
Comenzaron asistiendo al Club Pescadores donde luego de ubicarlo geográficamente, conocieron un poco sobre el Río Gualeguaychú y sus características, las riberas, el medio ambiente que los rodeaba y las modificaciones introducidas por el hombre en aquel paraje antes silvestre.
Como corolario de esa salida, y habiendo juntando en su transcurso, los niños debieron realizar un herbario donde dejaron sentado una parte de los conocimientos adquiridos en el lugar.
La segunda etapa, que era la visita a una escuela rural, no pudo realizarse por la epidemía de gripe que todos conocemos y así, se llegó a la 3 era etapa del proyecto que era conocer el Río Uruguay, su características, su ambiente circundante y especialmente allí, ver el impacto negativo que las obras de infraestructura hechas sin un estudio serio y responsable producen en el ambiente.
Cada actividad realizada estuvo planificada y comprendió desde un juego de búsqueda del tesoro donde la leyenda de la draga hundida era el disparador y pistas relacionadas con la descripción del río y los lugares recorridos eran la llave para encontrar el tesoro hasta un concurso de castillo de arena donde cada grupo debía colaborar para lograr el mejor resultado.
Luego del almuerzo y por la tarde se desarrollaron actividades de "cuaderno", actividades recreativas y el armado de un "campamento" donde debían recordar la clase dictada por el profesor en el anterior paseo...
Para terminar se realizará en las aulas, un trabajo de vaciado en yeso, donde incrustarán el material que recogieron en el Balneario Ñandubaysal para la ocasión.
Como nota de color, se dice que en esta última salida, no faltaron las pantallas solares que daban un hermoso aspecto de mimo a los chiquitos, las ojotas, los gorros, los anteojos de sol y mucho líquido para hidratarse ante el gran calor que les acompañó.
Debemos destacar que las jornadas vividas por estos niños fueron de lo más provechosas pues aparte de estudiar los temas en el lugar indicado, de manera práctica y divertida, también fortalecieron los lazos de unión y amistad entre compañeros.
Los docentes agradecen a los papás que confiaron en ellos y especialmente a los que colaboraron activamente Flías Baus, Izaguirre y Migueles.
Felicitaciones a todos por el arduo trabajo !!!
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